En literatura, la pobreza se emplea como un recurso que centra la atención de los receptores en este aspecto tan marginado en el entorno humano. Haciendo de la misma el pilar fundamental de toda obra literaria, extendiéndose en el tiempo hasta nuestros días.
Escritores como Quevedo han referido que sienten un gran sentimiento de repulsión al observar como el dinero actúa sobre las personas. Llevándolas a actuar de forma incorrecta con el solo objetivo de tenerlo, sin tomar en cuenta quien lo tiene o al que se le quita.
Como recurso retórico
Pudiera decirse que la pobreza puede emplearse como un recurso retórico que inhibe al ser humano y lo hace enfocarse tanto en la ambición que no toma en consideración sentimientos o emociones de otros.
Por otra parte, puede referirse que la pobreza está sujeta a la objetiva y subjetividad de las personas. Pues aun y cuando se pudiera tener la mayor riqueza del mundo, hay situaciones en la vida que ni con todo el dinero del mundo pueden solventarse.
La muerte, por ejemplo, es algo que nos va a llegar a todos tengamos o no una gran riqueza, y pudiendo tener el mejor de los funerales solo nos queda una despedida pobre, humilde y sencilla. Es decir, la pobreza que existe en el alma de quienes nos rodean es aun más grande que cualquier sentimiento hacia nosotros.
Ejemplos de pobreza
Algunas obras literarias, donde podemos ver el enfoque de la pobreza en diversos aspectos son:
- “Los juegos del hambre”
- “Maze Runner”
- El poema “A un avariento”
- En la obra poética “Poderoso caballero es Don Dinero”